Somos victimas voluntarias de la realidad del mundo que hemos dibujado, pocas sonrisas emanan del alma, aquellas con la sutil fuerza para evadir los filtros, todo se torna cotidiano, común...todos los caminos convergen al mismo abismo, que en realidad se contruye con la fachada de sociedad a lo largo de la historia.
Un continuo afán de poder y superioridad, que llena de egoismo y dolor las experiencias, aún cuando se ha vendido la imagen de la felicidad, pero al igual que el arte, pasa por una aprobacion del sistema, en la que el dinero, la profesión, la familia, hace parte de la cuantificación del ser...
somos elementos del juego, caminando a la misma dirección, con un rumbo que esta lejos de ser la verdadera finalidad de la vida..pocos tratando de salir del molde....
Y así se figura la gran linea de producción global
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