sábado, 7 de noviembre de 2015

Simple

El humo se adueña del paisaje, esconde entre su paso al caminante; débil,  herido y aún con vida, gasta su aliento en el desvío de aquellos pensamientos que evocan su pasado,a la sombra de un magestuoso árbol aguarda con calma el tiempo que pasa sin compasión, el frío sudor que cae por su cuerpo le hace comprobar que aún vive y no existe algún motivo en su consciente que lo motive a continuar con su "destino",explora sin embargo el subconsciente que rige todos sus instintos  y dibuja en fantasias un nuevo mundo, tal vez locura, o simple realidad,un  viaje esporádico  que libera de su cuerpo maltratado su esencia, encerrada tantos años en las mentiras de la vanidad del hombre, festeja entre un gozo inédito e indescriptible separarse por fin de su verdugo, cuerpo que vive sin vivir y siente sin sentir, sólo repite lo que ha aprendido a lo largo de su experiencia, también limitada por el mundo...pierden importancia los latidos de su corazón, pierde importancia cualquier cosa material que este a su alrededor, esta viviendo para sí mismo y por fin tiene la plenitud cercana de conocer algo de libertad.

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